Reduce los desechos. Disminuye las emisiones. Lucha contra el cambio climático.

El Desafío Cero Desperdicios (No Waste Challenge) es una competencia global creada por What Design Can Do (WDCD) junto a la Fundación IKEA. Queremos invitar a los creativos, tanto pequeños aficionados como grandes soñadores, a que envíen soluciones innovadoras para reducir los desechos y repensar todo nuestro ciclo de producción y de consumo. La fecha límite para la presentación es el 20.° de abril de 2021.

 

¿POR QUÉ DEBEMOS REDUCIR LOS DESECHOS?

La respuesta es sencilla y devastadora: estamos inundando el planeta con desechos. Cada año, en todo el mundo, desechamos unas descomunales 2,12 mil millones de toneladas de basura. Esto se debe, en parte, a que hemos creado una economía en la que el 99 % de lo que compramos se desecha en un plazo de seis meses. Si cargáramos toda esta basura en camiones, estos podrían formar una hilera de más de 24 vueltas alrededor de la tierra.

 

El problema es sistémico y tiene un impacto desastroso en todos los demás problemas sociales y ambientales que nos azotan día a día. Con efectos que abarcan desde la pérdida de la diversidad biológica hasta el aceleramiento del calentamiento global, la manera destructiva en la que hoy extraemos, producimos y consumimos los recursos nos está llevando hacia una crisis climática. Si podemos abordar las causas subyacentes de estos problemas y las consecuencias de los desechos, tendremos la posibilidad de construir un futuro mejor para la gente y el planeta. ¿Nos acompañas?

 

¿POR QUÉ AHORA?

Cada año, consumimos un 75 % más de los recursos que la tierra puede brindarnos a largo plazo. Y este exceso se incrementará en un impactante 70 % para 2050, salvo que realicemos algunos cambios importantes rápidamente. Creemos que el diseño tiene el poder de crear conciencia y cambiar el modo y los recursos que se utilizan en los procesos de producción. A su vez, el diseño también tiene un papel primordial a la hora de cambiar relatos y promover visiones alternativas del futuro. La crisis del COVID-19 nos ha dado una oportunidad sin precedentes para hacerlo y volver a evaluar nuestros sistemas actuales en el proceso. Incluso podría ayudar a promover muchos cambios significativos y abrir las puertas a nuevas ideas, productos, servicios y sistemas que antes se consideraban demasiado drásticos.

El potencial es enorme, y el momento es ahora. Entonces, ¿cómo podemos alentar un consumo más consciente?, ¿cómo podemos orientar nuestros procesos de producción a la gente y al planeta? y ¿de qué manera podemos gestionar los desechos de forma más responsable?

 


ENTONCES, LOS DESECHOS IMPULSAN EL CAMBIO CLIMÁTICO, PERO ¿QUÉ GENERA LOS DESECHOS?

Para entender cómo llegamos a este lugar, debemos analizar nuestro modelo económico actual. La economía lineal se basa en un modelo de “extracción, fabricación, descarte” en el cual las materias primas se recolectan, se transforman en productos que se usan por un período breve y, luego, se desechan.

 

Take Less, make better, waste smarter

Este patrón de extraer materiales y luego descartarlos es extremadamente perjudicial para el medio ambiente. Por un lado, produce enormes cantidades de gases de efecto invernadero, como carbono, metano y óxido nitroso. De hecho, en la actualidad, la extracción y el procesamiento de recursos naturales genera la mitad del total de emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Durante todo este proceso se explotan el agua y la tierra, lo que provoca índices alarmantes de pérdida de los hábitats y la biodiversidad. En este contexto, la producción de alimentos y la fabricación de plásticos representan algunos de los principales culpables.

Entonces, cuando hablamos del impacto negativo de los desechos, también tenemos que considerar qué sucede antes de su eliminación, es decir, la extracción y la fabricación de todo lo que usamos y comemos. ¿Puede el diseño ayudarnos a imaginar un futuro en el que extraigamos menos recursos, mejoremos nuestros procesos de fabricación y gestionemos los desechos de manera más inteligente?

Y las cosas no mejoran mucho al alejarnos del lugar de producción. Dado que tantos productos con vida útil corta se venden a precios tan bajos, seguimos comprando (y deseando) más y más cosas. Mientras tanto, las infraestructuras existentes de desechos por lo general son caóticas y carecen de transparencia. Esto es crucial, porque una mala eliminación y gestión de los desechos puede afectar la diversidad biológica directa e indirectamente, lo cual acelera constantemente el cambio climático.

 

 

 

HACIA UNA ECONOMÍA JUSTA Y CIRCULAR

Para lograrlo, debemos enfocarnos en lo que más importa. Debemos trascender el modelo actual de “extracción, fabricación, descarte” de la economía lineal y apuntar a alternativas más sostenibles y reparadoras. Esto significa que necesitamos consumir de forma más consciente, mejorar la gestión de los desperdicios y fabricar productos y materiales que ayuden a restablecer los sistemas naturales y se utilicen por más tiempo.

Mientras nos enfocamos en rediseñar todo el sistema en el largo plazo, también podemos generar un impacto inmediato si compramos menos cosas, fabricamos mejores productos y reutilizamos o reciclamos materiales. Es por eso que estamos en busca de soluciones apasionantes y basadas en el diseño a diversas escalas. Abordar el problema desde varios ángulos nos permitirá dirigirnos hacia una economía más justa y circular para todos.